La Asociación de Jóvenes y Nuevos Diseñadores Españoles, ANDE, a propuesta del Cabildo Insular de Tenerife y con el apoyo del Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna, le ha concedido a título póstumo, a Dª Candelaria Fumero Quijada el Premio Nacional a la Excelencia por su trayectoria y buen hacer de los usos y costumbres a través del Fomento de la técnica de la Roseta, en la disciplina Artesanía.
La entrega y homenaje ha tenido lugar el jueves 17 de diciembre en el Gran Casino de Madrid donde se la ha hecho entrega a sus familiares, una escultura de la Diosa Tanit distintivo del premio, creado por la escultura Mª Ángeles Anglada y un diploma acreditativo.
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Doña Candelaria Fumero Quijada, fue una de nuestras roseteras más destacadas, nació en Vilaflor el 11 de enero de 1935, hija y nieta de Rosetera, de quienes aprendió el oficio que con el paso de los años se convirtió en modo de vida. Gracias a esta labor, cuando era jovencita contribuyo a sacar adelante la economía familiar y más tarde, cuando se quedó viuda, volvió a ser la solución para el sustento de sus tres hijos pequeños.
La roseta era su pasión y se dedicó de lleno a ella impartiendo cursos y vendiendo sus trabajos en varios puntos importantes de Tenerife, hasta que montó con su Hija menor, Rosa Dorta Fumero, un pequeño negocio que sigue vigente en la actualidad en Vilaflor.
Doña Candelaria nos ha dejado hace unos días, pero fue consciente de que se le había otorgado este reconocimiento a su labor en pro de la artesanía y de la roseta en particular. Trabajo por el que sentía tanta pasión que según palabras de su hija, Rosi estuvo trabajando hasta sus últimos días “murió casi con un pique de rosetas en las manos puesto que se encontraba realizando un encargo de un chal de rosetas cuando falleció”.
