El Cabildo de Tenerife, a través del Área de Comercio, Industria y Desarrollo Socioeconómico, ha invertido una partida de 182.000 euros en la rehabilitación de la Casa de la Real Aduana, en Puerto de la Cruz. Las obras, que se prolongarán durante un periodo de aproximadamente cinco meses, ya se han iniciado. La empresa responsable de la ejecución de los trabajos es Fachadas Dimurol S. L.
El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, explicó que la actuación consiste principalmente en labores de conservación del inmueble, para hacer frente a los efectos propios del paso del tiempo. Además, matizó que no se incluyen modificaciones en la configuración arquitectónica u otros aspectos relevantes de la edificación. “Las obras, que son básicamente de mantenimiento, tienen como objetivo hacer frente al deterioro de alguno de los elementos del inmueble, a la par que actualizar y renovar los sistemas de protección contraincendios y las instalaciones eléctricas”, indicó.
El vicepresidente socioeconómico, Efraín Medina, explicó que “se trata de uno de los edificios más emblemáticos de la isla de Tenerife. Es un inmueble en donde se embarcaban muchos productos, lo que lo convirtió en un punto importante de exportación”. De igual modo, detalló que los trabajos exteriores consisten en la mejora de la fachada, limpieza de cubiertas y tratamientos de carpintería, mientras que en el interior del inmueble se prevé el saneo de enfoscados, trabajos de carpintería, actualización y adaptación a las normativas de instalaciones eléctricas e iluminación y la adecuación del sistema contraincendios. “El proyecto se llevará a cabo a través de la Empresa Insular de Artesanía con el fin de poner en valor y preservar los valores patrimoniales de este inmueble tan significativo para el municipio y toda la Isla”, añadió.
La Casa de la Real Aduana, es uno de los edificios de estilo tradicional canario de mayor valor histórico y arquitectónico de la isla de Tenerife. Constituye uno de los espacios más importantes e históricos de Puerto de La Cruz, localidad en el norte de Tenerife.
Desde su construcción, aproximadamente en 1620, son muchos los usos que se le han dado a esta casa. Su misión original era la de gestionar y vigilar el cumplimiento de las normas legales de tránsito, ocupando al mismo tiempo, los momentos más apasionantes de la historia local y guardando sus muros numerosos secretos de los que sólo se conoce una parte.
Tras su adquisición y restauración por el Cabildo de Tenerife en 1999, la Casa de la Aduana realiza una intensa labor para conservar el patrimonio y promocionar la cultura.
Actualmente La Casa de la Real Aduana acoge el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl, la Empresa Insular de Artesanía S.A. (con tienda de artesanía y gastronomía), así como la Oficina de Información y Turismo.